Santo Domingo. – Las regulaciones del sector energía además de la legalidad que le otorgan las leyes deben sustentarse en la legitimidad que aporta el diálogo con las empresas y los agentes sociales, para abordar con realismo en un ambiente de colaboración el largo camino de la transición energética hacia fuentes renovables, advirtió el titular de la Superintendencia de Electricidad (SIE) de la República Dominicana Andrés Astacio
Astacio habló en la apertura de la vigésimo cuarta reunión de la Asociación Iberoamericana de Entidades Reguladoras de Energía que inició hoy en Santo Domingo y que además incluye en su agenda el Primer Foro Iberoamericano sobre Energía en el que participan también empresas privadas del sector energía de los países miembros.
La ARIAE está integrada por las entidades reguladoras de: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Portugal, Puerto Rico y Uruguay. Su participación, dijo Astacio, anfitrión del encuentro, “representa un testimonio valioso de la cooperación regional que impulsa el progreso y la innovación en nuestra industria”. En la apertura participó el Ministro de Energía y Minas Antonio Almonte.
El proceso de desarrollo económico y social de los países miembro nuestros, dijo el ejecutivo de la SIE, “se caracteriza por cambios impactantes que nos han llevado de la sociedad industrial con su visión de maximización enfocada en los beneficios propios de la industria, a una etapa post industrial, en la que cohabitan los intereses propios de la industria, pero a su vez con un marcado interés en la sostenibilidad social y la protección del medioambiente”.
En la actualidad, explicó, los avances tecnológicos impactan todas las áreas del quehacer humano, pero a su vez nos lleva a considerar el bienestar de las personas como eje fundamental del andamiaje económico, y esta necesidad de sostenibilidad es un “reto y un compromiso transgeneracional”, que nos exige usar los recursos”, cuidando que también “sigan disponibles para los ciudadanos del mañana”
Advirtió, que los organismos reguladores “gestionan un recurso estratégico, a su vez se enfrenta a un marcado incremento de la demanda de energía, acompañada de mayores requerimientos de calidad en las prestaciones del servicio”, y la confiabilidad como principales exigencias de los ciudadanos.
Astacio identificó “la sostenibilidad, calidad y confiabilidad” como la misión por la que “debemos esforzarnos en la identificación y uso de fuentes energéticas y tecnologías de menor impacto en el medioambiente”, porque este objetivo es el motor que estimula “el uso de nuevas tecnologías y fuentes que amplíen las opciones para el reto de descarbonizar la producción de energía”.
Refirió como ejemplo el esfuerzo de la Republica Dominicana, que en el período 2021-2023 a pesar de la crisis provocada por la pandemia, triplicó la generación de electricidad con fuentes renovables, y aunque el incremento de la demanda fue del 33% logro elevar su promedio diario de servicio de 17 a 23 horas en la red de distribución.
Los nuevos escenarios, destacó Astacio, también nos exigen replantearnos el relacionamiento de la industria con los usuarios, sobre todo del regulador, “para pasar de un modelo de intercambio comercial a un modelo más integral donde industria y clientes vean más allá de los costos y asuman el valor que el servicio eléctrico agrega en el bienestar social”.
Este contexto, explicó, nos obliga a garantizar la inclusión de nuevas fuentes en la lista de opciones, al mismo tiempo que aseguramos la satisfacción de la creciente demanda, realidad que sugiere “guiar una transición entre lo existente y las nuevas tecnologías, que evite disrupciones” que puedan afectar la prestación del servicio.